La danza urbana tiene sus raíces en las calles de Estados Unidos durante las décadas de 1960 y 1970, especialmente en áreas como el Bronx, Nueva York. Surgió como una forma de expresión entre los jóvenes de la ciudad que querían hacer arte con lo que tenían a su disposición, creando movimientos y estilos que reflejaban sus realidades sociales y culturales. Desde sus primeros días, la danza urbana se convirtió en una respuesta al entorno urbano y a la necesidad de los jóvenes de encontrar su voz en un mundo lleno de desafíos.
El breaking (también conocido como breakdance) fue uno de los primeros estilos que nació en este período, cuando los jóvenes competían en las calles para mostrar sus habilidades en movimientos acrobáticos. Con el paso del tiempo, otros estilos como el locking y el popping también hicieron su aparición, influenciados por la música funk. Estos movimientos no solo fueron una forma de baile, sino también una declaración de identidad, donde cada bailarín mostraba su personalidad a través de sus gestos y su estilo. Estos primeros años vieron cómo la danza urbana se iba desarrollando, con la incorporación de movimientos que desafiaban los límites del cuerpo humano y los conceptos tradicionales de lo que era el «bailar».
En las décadas de 1980 y 1990, la danza urbana se expandió más allá de las calles y llegó a los escenarios, la música y el cine. Artistas de renombre y grandes grupos musicales comenzaron a integrar el Hip Hop y sus estilos de baile en sus presentaciones. Las películas, como «Flashdance» y «Beat Street», ayudaron a dar visibilidad a la cultura del Hip Hop, popularizando el breaking y otros estilos de danza urbana alrededor del mundo. Esta expansión global permitió que la danza urbana se fusionara con otros géneros musicales y estilos de danza, creando una mezcla vibrante de influencias que ha dado lugar a nuevas formas de expresión artística.
Hoy en día, la danza urbana es una parte integral de la cultura global. Se ha fusionado con otros géneros y estilos, como el reggaetón, el trap y la música electrónica, lo que ha permitido que los bailarines exploren nuevos territorios. Además, las plataformas digitales, como YouTube y TikTok, han impulsado aún más su alcance, permitiendo que nuevos talentos compartan sus movimientos con una audiencia internacional. La danza urbana continúa evolucionando, y sus raíces siguen siendo fundamentales para aquellos que buscan aprender y crecer dentro de este mundo dinámico.